MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
Endesa va a invertir 40 millones de euros en la creación de un gemelo digital de su red de distribución, una réplica exacta recreada en el ordenador combinada con información en tiempo real de las condiciones físicas en las que opera obtenida mediante sensores.
Según informó Endesa, con este gemelo digital se abren nuevas posibilidades para gestionar la red de distribución del futuro: desde realizar simulaciones en todas las condiciones posibles, a aplicar un mantenimiento preventivo, interactuar con el personal de campo de forma más eficiente o controlar en tiempo real el funcionamiento de los distintos componentes de la red.
De momento, E-distribución, la filial de redes de Endesa, ha desplegado 50 equipos en Cataluña, Andalucía, Aragón, Canarias, Baleares y Extremadura, las zonas en las que gestiona la red de distribución, para completar este proyecto que va a permitir digitalizar 144.000 centros de distribución, 90.000 kilómetros de líneas aéreas de alta y media tensión y 1.311 subestaciones en tres años.
Este año está previsto completar la digitalización de cerca de un tercio de los componentes que integrarán el gemelo digital de la filial de redes de Endesa, que el año pasado distribuyó el 43% de toda la electricidad que llegó a los consumidores finales en España.
Sólo en 2023 se invertirán 14,2 millones de euros en este proyecto, que supone un paso más en el diseño de las redes del futuro.
Para Endesa, contar con una réplica virtual que facilite el mantenimiento preventivo, la operación en remoto y el inventario de los miles de elementos que componen la red supone un avance fundamental.
Las ventajas se traducen también en mejoras para los consumidores ya que un gemelo digital permite detectar dónde se puede producir un fallo en la red para prevenirlo o simular la manera más eficiente de recuperar el suministro ante un evento meteorológico extremo.
Además, la posibilidad de trabajar a distancia reduce también los tiempos de planificación en las tareas de mantenimiento y mejora de la red y permite evitar muchos de los desplazamientos de los trabajadores a las instalaciones con lo que se reduce la huella de carbono.