Los perros han creado parte de la cultura mexicana durante siglos y no me estoy expresando de perros callejeros si no de perros con clase cultural. Este tipo de género llegó con los primeros seres humanos en el tiempo de migración al hemisferio occidental desde el continente de Asia, indicando que ya se encontraban allí cuando llegaron los españoles. Cuando esto llegaron a tierras mexicanas los colonos migrantes criaron a sus perros y desplegaron linajes únicos con apariencias únicas. Pocas de estas especies sobreviven hasta la actualidad, por ejemplo aun podemos observar el Xolo y el Chihuahua. Los estudios de ADN ejecutados en fósiles de perros por el pale-ozoólogo extranjero Valadez Azúa confirmaron su origen usual con los perros antiguos de Eurasia. Además los restos fósiles hallados en América poseen variaciones en su material hereditario causado por el aislamiento geográfico de los continentes. Los perros prehispánicos en la cultura mexicana son producto de la migración.
Una especie se enaltece siglos atrás al imperio azteca, denominado como Xoloitzcuintle, del término náhuatl para perro. En la teología azteca, el dios Xolotl se relacionó con el rayo, el calor y la muerte. Igualmente se relaciono con la puesta de sol, donde el Xólotl resguardaría al Sol mientras que viajaba por el inframundo cada noche. Se han visto estos perros en Huatulco y no se logro conocer su extensa historia, asumiendo equívocamente que se trataba de un prodigio reciente. Variando en reputación son bien conocidos por sus propiedades deseables, como la rectitud, la felicidad y la falta de cabello. En el año 2016, fueron acreditados como Símbolo de Patrimonio Cultural de la Ciudad de México.
El chihuahua es únicamente mexicano y la raza es relacionada como el ancestro mexicano de American Kennel Club denominado como el hihuahua. Los Techichi eran perros de los pueblos locales y eran conocidos como los Toltecas en el siglo IX dC, mientras que en la región de ollas de Colima dominaban perros de esta especie específicamente de la época 300 aC. Los perros fueron un elemento exclusivamente importante de las sociedades mayas para ellos era un amuleto más.